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La pirámide de Maslow: versión migrante



Todo ser vivo tiene necesidades que cubrir para seguir existiendo, algunos más que otros. Por ejemplo, las plantas necesitan tierra, nutrientes y agua para su crecimiento. Los animales necesitan un espacio físico, alimento y agua para su supervivencia y un compañero/a para la reproducción y continuación de la especie.


El ser humano comparte algunas de estas necesidades pero el desarrollo de la humanidad hizo que aparezcan otros tipos de necesidades aún más complejas.


La Pirámide de Maslow forma parte de una teoría psicológica, creada por el psicólogo humanista Abraham Maslow, que trata acerca de la motivación y las necesidades del ser humano: aquello que nos lleva a actuar tal y como lo hacemos.



¿Qué es la pirámide de Maslow?


La pirámide de Maslow surge de la pregunta de qué hace la gente para ser feliz y qué puede hacer para mejorar su desarrollo personal y su autorrealización, partiendo de la base de que toda persona “desea”, se propone metas u objetivos a cumplir, ya sean pequeños o grandes. Sin embargo, hay escalones de necesidades que debemos tener cubiertas para aspirar a más.


Por ejemplo, una persona se puede centrar en temas vinculados a su autorrealización siempre y cuando tenga un trabajo estable, un techo donde vivir, alimento y agua, y relaciones sociales. Si, somos seres sociales y pertenecer, ser aceptado por otros, ya sea familia, amigos o compañeros de trabajo también se transforma en una necesidad.




¿Cómo está compuesta la pirámide?


Hay 5 tipos de necesidades que pueden sentir las personas:



1- Fisiológicas: son las necesidades de supervivencia y del orden biológico. En esta categoria podemos ubicar necesidad de respirar, de beber agua, de dormir, de comer, de sexo, de refugio. En este nivel encontramos las necesidades más básicas, aquellas que son esenciales para nuestra existencia.


2- Seguridad: En este segundo nivel encontramos necesidades que tienen que ver con la seguridad personal, el orden, la estabilidad y protección. Es necesario tener cubiertas estas necesidades para poder proyectar a mediano y largo plazo. Aquí encontramos: la seguridad física, de empleo, de ingresos y recursos, familiar y de salud.



3- Afiliación: Mientras avanzamos de nivel también nos vamos alejando de aquellas necesidades básicas y de supervivencia para encontrarnos con necesidades vinculadas al deseo de la persona, en este caso con el deseo de vincularse con otros, ya sean compañeros de trabajo, relaciones interpersonales, amistades y familia. También sentimiento de pertenecer a determinados grupos y a la comunidad.


4- Reconocimiento: este nivel también conocido como de estima, el valor que nos damos a nosotros mismos y que nos dan los demás, fortalece nuestra autoestima y el respeto a uno mismo y hacia el otro. Nos sentimos seguros de nosotros mismos y valiosos dentro de la sociedad o comunidad. Aquí aparecen las necesidades que incluye el respeto de los demás, la necesidad de estatus, fama, gloria, reconocimiento, atención, reputación, y dignidad; pero también la necesidad de respeto de sí mismo, incluyendo sentimientos como confianza, competencia, logros, independencia y libertad.



5- Autorrealización: este es el último nivel de la pirámide y tiene que ver con los sueños y deseos de cada uno. Por lo tanto es difícil de definir sin entender la subjetividad de las personas. Aquí se encuentran las necesidades de autorrealización y el desarrollo de las necesidades internas, el desarrollo espiritual, moral, la búsqueda de una misión en la vida, la ayuda desinteresada hacia los demás.



La relación con la migración


Las personas entonces actuamos para satisfacer nuestras necesidades, y dependiendo del país donde nacimos, de la familia de origen, de nuestro estatus y el grupo social donde nos movemos, tendremos más oportunidades que otros.



Las migraciones, voluntarias o forzadas, masivas o no, son actos que nos demuestran que alguna necesidad no está siendo satisfecha. En algunos casos podemos hablar de necesidades básicas (biológicas o de supervivencia) mientras que en otros hablamos de necesidades más internas como son las de reconocimiento y autorrealización. Cada persona sabrá cuáles son las necesidades que la motivan a emprender la experiencia migratoria.


También nos encontramos con que necesidades que si teníamos cubiertas en nuestro país de origen - por ejemplo las


de filiación - al emigrar dejen de estarlo. Muchas veces son las causantes de grandes dificultades de integración al país de acogida: la falta de red de apoyo, no sentir pertenencia en la nueva comunidad pueden deteriorar nuestra salud mental.


Es importante tener un registro no solo de las necesidades que nos motivan a emigrar, sino también de aquellas que dejan de estar cubiertas al transformarnos en emigrantes. Esto nos ayudará a tomar decisiones sanas que colaboren en su satisfacción entendiendo que algunas lo lograremos de forma inmediata mientras que otras nos llevarán tiempo.



Escrito por Natasha Drago Grisak

Psicóloga y emigrante



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