En general llegan a consulta adultos que emigraron al extranjero, angustiados o desencajados, experimentando nuevas emociones. A veces es difícil reconocerse, porque el proceso migratorio, además de ser un desafío para quien lo realiza, es sumamente profundo e íntimo, implica la re-estructuración de nuestra identidad.
Algunos de esos adultos, que llegan a terapia buscando un reencuentro consigo mismo, tienen hijos, pequeños o adolescentes. Ellos también son parte del proceso terapéutico, los pacientes hablan de sus hijos, del vínculo que tienen con ellos y de cómo están viviendo su migración. Cada vez que los escuchaba, se despertaba en mí cierta curiosidad…
¿Qué vive un/a adolescente cuando emigra? ¿Qué siente durante ese proceso? ¿Cómo lo percibe? No soy especialista en adolescentes, mi recorrido profesional me llevó por otros caminos, pero siempre me interesó esa etapa del desarrollo del sujeto, me parece hermosa pero desafiante, una etapa donde se transitan muchos duelos, separaciones pero también descubrimientos. Lo nuevo en el cuerpo, en la manera de pensar, en los intereses y en las relaciones.
A partir de la curiosidad y algunas preguntas nace la idea de hacerle una entrevista a un joven emigrante. Gracias a Lucio y a sus padres por tremenda colaboración, principalmente a Lucio, que me permitió saber un poco sobre sus pensamientos, emociones y sentimientos. Se abrió a contar su propia experiencia migratoria y a compartirla con todos ustedes.
¿Quién es Lucio?
Lucio es un adolescente de 16 años, actualmente vive en Barcelona con sus padres, Lorena y Cristian. Es oriundo de Lanús, provincia de Buenos Aires. Es un chico muy sociable, para nada tímido. Le pregunto si puedo grabar la entrevista así me puedo concentrar en escucharlo, y acepta sin problema. Empieza por contarme cómo le va en la escuela, cuántos exámenes por materia tiene y su optimismo por aprobarlas de cara a Junio, que es cuando se termina el año escolar.
¿Te querés presentar?
Si, bueno. Yo me considero bastante extrovertido, no me genera incomodidad hacer nuevos amigos. Me llevo bien con los profes, a veces me paso de hablar en el aula. No hay nadie que me caiga mal, creo que tampoco le caigo mal a nadie. Hay buena onda. Con la gente grande también me llevo bien. Me gusta estar con amigos pero también solo, estar en la compu. Que mis viejos no me molesten.
¿Qué te gusta hacer con la compu?
Ver videos de youtube, escuchar música en Spotify y jugar a League of Legends. Me explica un poco sobre el juego, que hasta el momento de la entrevista desconocía por completo.
¿Te acordás de cómo te enteraste que iban a emigrar?
Yo tenía 14 años cuando emigramos. Al principio yo escuchaba, que mis papás hablaban en su habitación. Recuerdo que al principio decían de ir a Barcelona, después Madrid, después Italia, porque mi mama tiene familia ahí.. Pero yo recuerdo que hablaban entre ellos de ir a vivir a otro lugar. Un día me lo dijeron y pregunté cuando, yo en ese momento estaba en segundo año. La noticia para mi no fue de un día para el otro, lo venían hablando.
¿Vos qué sentías mientras escuchabas todo eso?
Yo al principio no lo podía creer, ¿cómo que nos vamos de Argentina? yo me imaginaba estando toda la vida allá, como mis abuelos. Entre que empezaron a hablar y que sucedió habrá pasado un año y medio.
¿Y cuando te diste cuenta que sí iba a suceder…?
Y, yo no quería. En Argentina tenía todas mis cosas, mis amigos, mis abuelos. Toda mi familia. Al principio me daba cosa, pero bueno, es feo decirlo pero mi opinión no contaba, porque ya estaba decidido y sabía que era lo mejor para todos, por la inseguridad, la situación económica, el trabajo…
Yo aprovechaba para ver a mis amigos siempre que podía, porque además estábamos en cuarentena. Me acuerdo que cuando lo supe, en el 2020, le mandé un mensaje a uno de mis mejores amigos, contándole que me iba a ir, y él me deseó mucha suerte.
¿Cómo fueron las despedidas?
Mi gran despedida con amigos fue en mi cumple, en Enero, emigramos en Marzo del 2021 pero nos tuvimos que cuidar por el covid, e hicimos la cuarentena antes de viajar. También nos despedimos en el aeropuerto, vinieron mis primitos, mis tíos, mis abuelas y mi abuelo. Eran como 3 autos, nos despedimos y nos sacamos una foto. Me contuve con un par de abrazos pero con mis abuelas lloré. Mi tía me dio una carta. Súper lindo.
¿Qué llevaste en tu maleta?
Me traje un sable láser de Disney, de cuando fuimos en 2017, yo tenía 10 años. Un juguete Buzz Lightyear de Toy Story, la play 4, una compu pero ya la cambié. Toda mi colección de Funko pop. Mi amigo me dió un cuadrito con fotos cuando nos despedimos. (mientras me cuenta me invita a conocer la intimidad de su habitación con la camarita y me muestra los objetos que se trajo, eternamente agradecida!)
¿Llegaste en marzo y cuando empezaste la escuela? ¿Te acordás de tu primer día?
3 semanas después. ¡Si, obvio! Me acuerdo que mi cole es bastante grande, para mi era enorme. Yo vengo de un cole privado chico en Argentina. Y acá hay muchas divisiones, tiene 4 pisos, dos laboratorios, un teatro. Un patio enorme. Me perdía un poco con las aulas, porque nos mueven. Hay por ejemplo 100 clases. Me acuerdo que entré a la clase y me presentó la tutora de ese momento. Yo había escuchado el acento de una chica que era argentina y al final del día le pregunté y me dijo que si. Entonces ya al menos tenía una compañera con un interés en común y le saqué charla para no estar solo.
¿Recordás tus emociones?
A mi me hicieron bajar un curso, por mi nivel de catalán. Yo ahora estoy en 3ro pero tendría que estar en 4to. Por hacer amigos no estaba nervioso, pero tenía dentro esa sensación de tener que hacer de nuevo 2do, que lo había hecho en Argentina de manera virtual. Pero nervioso no estaba, yo pensaba “el que quiera acercarse a mi, que se acerque. Ya voy a estar tranquilo para hacer amigos”. Con la chica sigo siendo amigo, ella se cambió de cole pero seguimos hablando.
¿Cómo fue transitar ese cambio de curso?
En algunas cosas estaba más avanzado y en otras no. Por ejemplo en Historia y geografía me explicaban cosas de Argentina, que acá no se da, y era toda información nueva, pero en Matemática iba un poco avanzado.
¿Tu primer amigo en la secundaria de España?
Yo entre en 2do, iba a pasar a 3ro y ahí me dicen de volver a hacer 2do. Mi amiga argentina pasó a 3ro. y cuando vuelvo a hacerlo, se acerca un chico Gerard para preguntarme si tenía un juego en el celu y con él seguimos siendo amigos, nos llevamos re bien, ya fui a su casa.
¿Cómo fue adaptarse al idioma?
Fue difícil. Los profes nos hablan en catalán en general, pero acá en Catalunya te hablan en catalán o en español. Entre los chicos hablamos más en castellano. Al principio no entendía nada, pero volver a hacer 2do me ayudó al final. Cuando me tocaban clases de Catalán y de Historia, iba a un “aula especial” donde había chicos de otras nacionalidades y cursos, ahí nos enseñaron las letras, los números, las cosas que vemos a menudo y a hacer las frases, y en Historia me enseñaron todo lo relacionado con España. Ahora lo siento fácil.
¿Hay muchas nacionalidades en tu curso?
Si, de Argentina, Colombia, República Dominicana, Marruecos, Pakistán, México. Hay de todo, bastante latino.
¿Cómo vivís la diversidad cultural?
Los latinos nos adaptamos bastante bien, no tenemos problemas porque a pesar de que usamos algunas palabras distintas, hablamos español, pero los chicos de Pakistán o China tienen también sus grupos, porque el idioma no les acompaña tanto. En el recreo se juntan entre ellos, como subgrupos, porque entre ellos conversan más, el idioma no es una barrera.
¿Alguna vez viviste una mala experiencia en la escuela por tu nacionalidad?
No, en general todo lo contrario, me dicen que mi acento está guapísimo, que les gusta.
Bueno, hablamos de las nuevas relaciones ¿Y con tus amigos de Argentina?
Bien, sigo hablando. Nos conectamos por al compu. No con todos, pero con dos amigos sigo teniendo conexión. Thiago, y Lucas.
¿Qué emociones sentiste en estos dos años en relación a tus amigos?
Y a veces digo: me encantaría que Thiago y Lucas estén acá, me imagino pasándola re bien juntos. Yo creo que es porque los extraño. Por ejemplo, si Thiago hiciera esto conmigo sería mucho más fácil y lo pasaríamos re bien. Pero bueno, él está en Argentina. De a dos, con alguien que conozco de toda la vida, por ejemplo empezar el curso juntos, hubiese sido más fácil, porque no estaría solo.
¿Cómo viviste el mundial?
Yo lo vi en la casa de mi novia, no fuimos a celebrar porque mis papas estaban con gripe, en cama. La verdad, con los penales me emocioné bastante. Después lo comentamos en casa. En Barcelona van con Messi, como jugó acá.
¿Haces algún deporte acá?
Si, acá hago Fútbol, lo primero que hice fue anotarme en un equipo. Acá hay más clubes de menos división, es más fácil entrar a un club. Ahora estoy en un club que se llama Don Bosco, cada sábado hay un partido. Hace poco terminamos la liga y quedamos segundo.
¿Conociste otros chicos?
Si, me caen bien pero nunca me quedé con ellos fuera del club.
¿Qué es lo que más te gusta de acá?
La moneda, que la cifra sea una sola. La seguridad, que mi mama no se preocupe cuando yo vuelva solo. En Argentina siempre le tenía que escribir cuando llegaba a casa. Si me olvidaba, le entraba pánico a mi mamá.
¿Qué otras cosas te gustan en tu experiencia como adolescente?
bueno, la comida es muy buena. En Argentina no compraba yo en el súper, pero acá sí. Voy al super, me compro comida congelada, hay mucho para elegir.
¿Sabes qué es el duelo migratorio?
No, no lo conozco. Mientras le cuento a Lucio un poco sobre las 7 pérdidas del duelo, también las identificamos en lo que él contó en la entrevista.
¿Hay algo sobre el paisaje o la cultura que quieras remarcar?
Bueno, en Buenos Aires en verano hacía mucho calor y había mucha humedad. Aca no lo noto tanto, y nosotros teníamos la playa a 2 horas e íbamos de vacaciones. En Barcelona está a 15 minutos y vamos con los chicos después del cole.
¿Qué haces en verano acá?
Bueno, me junto con los chicos. Vamos con mi familia bastante a la playa, y aunque no me guste tanto la playa, la pasamos lindo porque recorremos diferentes playas, llevamos sándwiches y una coca y pasamos el día.
¿Qué extrañas de allá?
El acento, la pizza grande, la inflada. El dulce de batata, la milanesa casera, el puré de papa de mi abuela, cosas así. Y acá hay muchos edificios, y en Lanús, había muchas casas, yo miraba para arriba y miraba el cielo. Eso me gustaba.
¿Tenés ganas de visitar Argentina?
Mmmm bueno, si. Tengo ganas de quedarme una o dos semanas. Nos da un poco de cosa por la inseguridad y los robos. Yo tengo ganas de ver a los chicos y a mi familia, eso sí quiero. pero sobre todo por las personas, no tanto por Argentina.
¿Aún no fueron no?
No, cuando vayamos ya van haber pasado 2 años y unos meses. Yo a veces pienso en el momento en que me encuentre con los chicos, y ya de pensarlo me emociono. Me imagino que cuando pase me voy a largar a llorar seguro, pero va a estar lindo.
¿Y asado?
siii. Asado no hay como en Argentina. Acá intentaron hacerlo, pero no hubo mucho éxito. Yo me acuerdo de los asados en la parrilla de mi abuelo. Acá no hay tanta carne con hueso.
Bueno, gracias Lucio. La verdad es que hablamos de todo un poco ¿Cómo te sentiste en la entrevista? ¿Algún consejo para otros chicos que están por emigrar?
Bien, muy cómodo. No sé... que no tengan tanto miedo, si te vas de un lugar seguro sea para algo mejor. Por más que puedas extrañar o querer volver a ver a los que dejaste allá, al final te das cuenta que hay otras cosas que suman y hacen equilibrio. También les diría que poco a poco, que se concentren primero en ellos, primero en estar bien y luego te irás relacionando con otros chicos y adaptándote a la escuela. No hay que ponerse nervioso ni apurarse. Todo va llegando, pero tampoco hay que quedarse quieto. Ir lento pero sin pausa. El idioma se aprende en el cole. En un momento me abrí a hablar catalan y me di cuenta que sabía bastante. Hay que tener ese ánimo para lanzarse a hablar.
Gracias por tus palabras Lucio!
Entrevista realizada por Natasha Drago Grisak
Psicóloga y emigrante
Comments